Compañeros:

“El Moncada nos enseñó a convertir los reveses en victorias”, sentenció el comandante en jefe, Fidel Castro Ruz.

El 26 de julio de 1953 constituye una fecha histórica para todos los cubanos, puesto que representa, dentro del calendario de efemérides nacionales de la isla, el Día de la Rebeldía Nacional.

Hace 68 años que nuestro pueblo rinde honor a la memoria de la Generación del Centenario que encaró a la dictadura del entonces presidente golpista, Fulgencio Batista, para tratar de provocar profundas transformaciones políticas, económicas y sociales.

Los asaltos a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, despertaron la conciencia popular e iniciaron la gestación del futuro Ejército Rebelde que conseguiría la victoria definitiva el 1 de enero de 1959. Estos hechos constituyen uno de esos acontecimientos con un simbolismo y una fuerza que deberá circular permanentemente por nuestras venas. El espíritu del Moncada nos debe acompañar en cada momento, como factor indispensable para seguir en el camino de la dignidad, incluso cuando el triunfo parezca difícil

AHÍ están sus nombres, los rostros, el dolor en las familias que no olvidan. Cada julio resuenan los disparos con algunas marcas todavía en la pared y en el alma de un pueblo. A veces mencionamos el hecho, lo evocamos con palabras, miramos alguna imagen… Ellos deberán ser siempre parte de nosotros.

Aquel 26 quedó marcado para siempre. Eran jóvenes, muchachos como nosotros, llenos de vida y coraje, con plena conciencia de la necesidad de lograr la libertad total de Cuba. Los disparos no eran solo contra los soldados o las edificaciones militares, eran también contra las injusticias, la miseria, el analfabetismo, la falta de derechos a la Educación y la Salud, el fraude electoral, los robos, los secuestros, los asesinatos…, que pululaban en la etapa. 

Miles de niños morían por falta de recursos, el 90 por ciento de los que vivían en el campo eran devorados por parásitos, la mayoría de las familias de zonas rurales vivían en peores condiciones que los indios que encontró Colón, según palabras del propio Fidel Castro en su alegato de autodefensa La historia me absolverá, en el cual denunció los principales problemas del país. Nos sumergimos otra vez en La historia me absolverá, un texto que debe ser estudiado por cada generación, para comprender mejor la dimensión de aquellos sucesos y la altura de Fidel como guía, martiano, revolucionario y cubano.

En ocasiones repetimos el Moncada de los jóvenes de hoy es este o aquel, tal o más cual responsabilidad, esta o aquella acción, pero ojalá tengamos plena conciencia de lo que significa evocar aquel hecho y a sus protagonistas. La Cuba de la actualidad está repleta de retos diferentes, que solo podremos vencer entre todos como una familia enorme a favor del progreso y la vida, con fidelidad a los principios y la belleza. Debemos ser lo mejor posible, esforzarnos al máximo con voluntad de superación a favor, sobre todo, de los colectivos.

El espíritu del 26 de julio nos debe acompañar en cada momento, como factor indispensable para seguir en el camino de la dignidad, incluso cuando el triunfo parezca difícil. Esa decisión, esa fuerza y coraje casi místicos como pueblo, junto a la inteligencia y la unidad, deben seguir llevándonos a nuevos éxitos, como lo hizo aquella generación cinco años, cinco meses y cinco días después de los asaltos.  Hay un hecho que resalta, que fue la tenacidad del pueblo, la confianza del pueblo, la perseverancia en esa lucha.  Por eso con más fuerza que nunca gritemos que: ¡¡¡ESTE ES NUESTRO MONCADA!!! materializado en la participación de los jóvenes y trabajadores de Ministerio de Comercio Exterior en cada convocatoria y movilización de los últimos días, reafirmando nuestra convicción de hacer crecer por siempre nuestra revolución, de seguir defendiéndola hasta las últimas consecuencias en medio de escenarios tan complejos como el recrudecimiento del bloqueo y nuestra lucha incesante contra la peor pandemia que ha enfrentado la humanidad. Sirva este acto también, de Reconocimiento a todos los que han mantenido una actitud incondicional en el combate y su firme convicción que nuestra historia seguirá creciendo, ¡sin olvidar jamás los valores y principios en los que creemos y seguiremos defendiendo!

El 26 es también Fidel, el joven y el apasionado, el revolucionario total que nos confirmó la posibilidad de conquistar los sueños. Uno piensa en el día, en los sucesos…, e inevitablemente nos viene a la mente su altura como líder que debe permanecer con nosotros.

Venimos de ellos, y de aquellos que protagonizaron las diferentes guerras por la independencia. En nuestros Horizontes están Carlos Manuel de Céspedes, Francisco Vicente Aguilera, Perucho Figueredo, Antonio Maceo y, por supuesto, Martí; están Abel Santamaría, el Che, Camilo y los jóvenes del Centenario, y la sangre derramada por la Independencia y soberanía de la Patria.

Es por eso que este es un pueblo con una confianza tremenda en su fuerza, con lealtad a lo que considera valeroso. El 26 de julio jamás deberá constituir únicamente una fecha ni un acto. Es un símbolo, parte del alma de Cuba y de cada uno de nosotros. ¡¡¡El 26 de julio es y será siempre COMPROMISO Y CONFIANZA EN LA VICTORIA!!!

¡VIVA EL DÍA DE LA REBELDÍA NACIONAL!

¡VIVA LA GENERACIÓN DEL CENTENARIO!

vivan por siempre el autor intelectual del moncada y el lider histórico de la revolución cubana

¡QUE VIVA POR SIEMPRE NUESTRA REVOLUCIÓN!

¡PATRIA O MUERTE!